Yo no sé lo que de verdad piensas sobre esto o sobre mí, pero yo
por mi parte no quiero otra cosa ahora mismo que no seas tú. No quiero otros
besos, ni otros abrazos, no quiero ningún otro mensaje que me dé los buenos
días, ni otro número de teléfono que me llame por las noches. ¿Tu sonrisa? Qué
decir de ella, la adoro. Es algo que me encanta y que gracias a tu sonrisa,
sale la mía. Adoro tus abrazos, tus miradas, tus gestos, tus palabras, tu
hablar, tu olor, tu risa, tú. Me encanta que me hagas reír, pero lo que más me
gusta es conseguir hacerte reír. Me gusta cuando me miras y sonríes sin ninguna
razón. He de decirte que odio según que bromas me haces, pero me gustan cuando
veo que no puedes aguantarte la risa al verme la cara de gilipollas que se me
queda. Me encanta estar contigo porque se me olvida todo, aunque simplemente
hablemos o no hagamos nada. Solo estar en silencio, pero es un silencio cómodo
y en ese silencio aparecen miradas que hacen que lo digan todo y por si fuera
poco, eso hace que me encantes aún más. No sé el porqué pero me haces feliz
aunque no hagas nada. Me encanta cuando vamos cogidos por la calle y te da
igual lo que piense la gente. Me encanta cuando me haces enfadar y para que se
me pase el cabreo me coges por detrás de la cintura y me susurras al oído:
"Va, si ya sabes que te quiero princesa." Sabes que no puedo con esa
frase, que haces que se me pase el cabreo y que me den ganas de comerte a
besos. Pero me contengo y me sigo haciendo la enfadada, sé que eso te gusta
porque sabes que no soy capaz de enfadarme contigo. Bueno, supongo que todo eso
que me haces no me gusta porque sí. Creo que me gusta simplemente porque lo
haces tú. Sé que un día prometí que te haría feliz y aunque no lo haya
conseguido quiero que sepas que, siempre estaré lista para intentarlo de nuevo.
Porque sé que no soy perfecta. Pero tu tampoco lo eres a pesar de que para mí
si lo seas. Ya sabes que el único defecto que tienes es que crees que no tienen
derecho a ser feliz y que por lo tanto, no puedes serlo. Pero nadie es perfecto,
¿sabes? Así que nosotros nunca lo seremos. Pero sé que soy alguien que te he
hecho feliz a ratos, que te he hecho reír alguna vez, te he hecho reflexionar y
aunque muchas veces he cometido muchos errores, siempre he intentado darte lo
mejor de mí. No te voy a intentar cambiar, simplemente porque me gusta tal y
como eres. Pero no me intentes cambiar tu tampoco. No quiero hacerte daño, así
que no me lo hagas tu también y no esperes de mí más de lo que soy capaz de
darte. Puede que no sea lo que estabas buscando ni que cumpla tus expectativas,
pero sé que puedo hacerte feliz y esta vez, es de verdad.